Aunque no vestía prendas deslumbrantes

y tampoco joyas resplandecientes

hacia brillar los ojos

de las personas expectantes.

​

Era tan simple

como el agua de alpiste

y aún así endulzaba

hasta el día más triste.

​

No peinaba su cabello

ni usaba altos tacones

y aún así deslumbraba

sin mostrar elegante porte

​

Era comediante

cual bufón real

y otras veces

tu psicologo personal

​

Al final del día

parecía de lo más normal

pero puedo asegurar

que fué mi doncella ideal.